Corydora Melanotaenia Salvaje

Corydora Melanotaenia Salvaje

La Corydora Melanotaenia Salvaje es un pez de fondo robusto y de gran tamaño, originario de Colombia, conocido por sus característicos reflejos metálicos verde-dorados y su comportamiento pacífico.

• Tamaño de envío aproximado: 3-3,5 cm.
• Ejemplares salvajes procedentes de la cuenca del río Meta, Colombia.
• Cuerpo alargado con iridiscencias doradas y verdosas muy marcadas.
• Especie muy gregaria, necesita vivir en grupo para estar cómoda.
• Ideal para acuarios con aguas oxigenadas y temperatura entre 22-26 °C.

Un toque salvaje y brillante para el fondo de tu acuario

Las Corydoras Melanotaenia Salvajes destacan frente a otras variedades comerciales por presentar una coloración más intensa y natural. Su cuerpo, protegido por placas óseas en lugar de escamas, exhibe un tono base beige que resplandece con brillos metálicos al incidir la luz, lo que les ha valido el nombre de “corydora verde dorada”. Al ser ejemplares salvajes, aportan una autenticidad especial al biotopo y suelen alcanzar una talla adulta ligeramente mayor, pudiendo llegar a los 10-12 cm en la naturaleza, aunque en acuario suelen quedarse algo por debajo.

Se trata de un pez con un comportamiento fascinante, siempre activo rastreando el sustrato. Es fundamental mantenerlas en cardumen (grupos de varios individuos), ya que son extremadamente sociales y esto reduce su estrés, permitiéndoles mostrar su carácter natural sin timidez. Son inquilinos perfectos para acuarios comunitarios, ya que ignoran al resto de peces y se centran en su actividad de fondo.

Para mantenerlas en perfectas condiciones, requieren un acuario maduro con buena calidad de agua. Aunque son omnívoras y aprovecharán los restos que caigan al fondo, no deben tratarse simplemente como equipos de limpieza; necesitan una alimentación variada y específica que incluya alimento seco de fondo, congelado y vivo para mantener su salud y sus colores intensos.

Modo de uso recomendado

• Realiza una aclimatación lenta por goteo, ya que los peces salvajes son más sensibles a los cambios de parámetros.
• Introdúcelas siempre en grupos de al menos 4 o 5 ejemplares para asegurar su bienestar.
• Utiliza un sustrato de arena fina o redondeada para evitar daños en sus barbillones al escarbar.
• Asegura una buena oxigenación y corriente moderada en el acuario.

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